Corona al Desolado Corazón de Jesús

 

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En las cuentas de cualquier rosario, se reza un Padrenuestro y tres Avemarías por las siguientes intenciones:

1.  Para que la humanidad descubra la verdad de la diferencia entre el bien y el mal.

2. Para que no se negocien las verdades de la fe, que son dogma, en aras de agradar a la humanidad, sino que se defiendan.

3. Para que todos los líderes, laicos y religiosos, reconozcan el pecado como pecado, y que de ninguna manera lo apoyen halagando o complaciendo a grupos de ‘especial interés’.

4.  Para que ningún liderazgo elimine la libertad religiosa.

5.  Para que todos los líderes, religiosos y laicos, guíen como buenos pastores buscando el bienestar de su rebaño;  no con miras a algún beneficio propio, poder o autoridad desordenada.

Al terminar, se reza la siguiente oración:

Querido Jesús, por favor acepta estas oraciones en reparación de las ofensas a Tu Desoladísimo Corazón.  Por medio de esta Corona, te rogamos que se mitigue Tu Justicia.  Amén.

 

Llega Nuestra Señora, nuevamente, sosteniendo en Su mano el Desolado Corazón de Jesús.  Dice:  

“Queridos hijos, lo que hiere el corazón de Mi Hijo son los pecados de la negociación de la verdad y del abuso de autoridad, los cuales ensanchan velozmente el abismo entre el Cielo y la tierra.  Les ruego que recen en las cuentas de cualquier rosario un Padrenuestro y tres Avemarías por las siguientes intenciones."  3 de febrero del 2014

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Promesas

Al rezar la Corona al Desolado Corazón

“El día de hoy les digo: esta Corona, si se reza a menudo y fervientemente con el corazón, puede cambiar el curso de los acontecimientos humanos. Su objetivo es poner al descubierto la verdad y hacer rendir cuentas de cualquier abuso de autoridad. Será un instrumento para mitigar la Justicia de Dios si la rezan muchas personas.” La Santísima Virgen, 4 de febrero del 2014